lunes, 26 de marzo de 2012

Fondea DO radas en 2011


Ya se acabo la temporada de mis amigas las de la ceja de oro, y se fue con escasas salidas, en las que he tenido que sufrir algún fracaso, aun así no puedo negar, que como todos los años he disfrutado con estos combativos peces, embarcando una docena de ellas. Pero quizás los mejores recuerdos que me llevo de todas estas salidas, sean las celebraciones que junto a los amigos que me han acompañado. hemos disfrutado con cada uno de estos peces ya dentro de la bañera del barco.
La temporada la inauguraron mi padre “el capitán” y Manu “el marismeño” con una doradilla a principio de la primavera, en un día en el que yo salí en el barco de Miguel “cambaro élite”, en plan concurso y nosotros no fuimos capaces de sacar mas que una herrera, esta claro que Manu me unto bien la oreja, pero bueno; esta claro que saben bien lo que hacen y no me sorprendió que ellos la pescaran.
El segundo día que salí, fue ya a finales de la primavera con la compañía de Jokin “corrientes cantábricas”, nada mas llegar una gran picada nos dejo asustados, pero fue una falsa alarma que como resultado dio un águila marina de muy buen tamaño, a la que indultamos nada mas sacar, pero poco a poco las picadas se producían y finalmente sacamos cuatro doradas ademas de una herrera kilera, la mayor de las doradas de 2,2 kilos fue la que salio en ultimo lugar dando por finalizada la jornada con un resultado muy alentador.
La tercera intentona conté con la presencia de mi amigo Tito, con el que la tenia pendiente de hacia tiempo, pero por circunstancias varias no acabábamos de cuadrar, así que a principio de verano salimos ilusionados a por ellas, la noche nos deparo un viento fuerte y molesto que a las doradas no pareció importar, en los momentos de mas actividad Tito curraba como un loco cambiando cebos a toda velocidad. La noche nos deparo tres buenas doradas, no de las grandes pero si de las que te hacen disfrutar de una bonita pelea, entre ellas algunos sargos y una herrera grande amenizaron una jornada de pesca de las que dejan muy buen sabor de boca, aunque seguramente la tortilla que me trajo tito también tuvo mucho que ver con eso.
Después de estas salidas, con toda la confianza del mundo me embarque con mi padre “el capitán” y con Borjita “Piraña” del blog “pescando al alba”, con la seguridad de tocar alguna dorada, pero resulto ser el primer bolo embarcado a la dorada del año, doloroso pero educativo y necesario para que no se me olvide las complicaciones que lleva la pesca de este pez.
En la siguiente intentona, ya con mas miedo al fracaso, nos juntamos Manu, mi padre y yo. Nuevamente las doradas no dieron la cara, pero por lo menos una corvinita de kilito y medio nos hizo librar el bolo y días mas tarde disfrutar en la mesa de un pescado que hacia tres años que no cataba.
La siguiente salida, fue totalmente improvisada, después de cenar decidí ir a ver a mi padre que estaba pescando desde la boya en la que tenemos el barco fondeado, según llegue, le plantee el ir a una zona que nunca habíamos probado.
Dicho y echo, al poco de fondear las picadas se producían, en su mayoría sargos, pero algunos no se clavaban en los anzuelos del 2/0, todos los que sacamos rondaban los tres cuartos de kilo largos, hasta el cambio de marea, en el que nuevamente se produjo una picada igual que las del resto de la noche, pero al clavar resulto un pez de los serios, con una pelea de las que no se olvidan fácilmente, dando como resultado una dorada que no llego a los cuatro kilos por cuestión de gramos.
Mientras desanzuelabamos el pez y celebrábamos la captura, un carrete empezó a cantar de una forma salvaje, pero desgraciadamente no se clavo y nos dejo mal cuerpo, ya que aquello tenia pinta de ser un pescado muy importante, pero el malestar no duro mucho ya que un momento después otra caña marco una picada guapa, dando como resultado una corvinita que puso punto y final a una noche, que para mi sorpresa termino con un buen rancho de peces “una pena no tener cámara digital, pido perdón por las fotos de móvil”.
Mientras pescaba esta salida anterior, llame por teléfono a mi amigo Jon, de “jonpesca.blogspot.com” que lo estaba intentando en la playa y mientras hablábamos ya quedamos para la siguiente en barco, y así, al de unas semanas, nuevamente fondee el barco en el mismo lugar que probé con mi padre en la salida anterior.
Ciertamente Jon se encargaba de todo mientras yo montaba aparejos, sin demasiada espera se produjo una picada y este saco la primera dorada de la noche, algo que le sirvió de calentamiento para la segunda ya que esta le puso a prueba, con una pelea de las que perduran en la memoria.
Un momento mas tarde se produjo nuevamente picada y Jon no quiso sacarla para darle descanso al brazo y me concedió el honor de arrimar al barco una muy buena dorada con una pelea en la que disfrutamos como niños los dos, después de esto perdimos alguna picada y un congrio junto con algún sargo dieron punto final a un gran día de pesca.
Al día siguiente, lo intente de nuevo con una noche de perros, mucho viento que me movía continuamente el barco a los lados, y no fui capad de sacar nada, mientras que mi amiguete Miguel acompañado de Borjita Piraña “pescando al alba” hacia la pesca del año a 200 metros de mi, ria arriba, tres doradas “una de 5 kilos” y tres corvinas “la mayor de 6 kilos”. Esta claro que el maestro dentro de su elemento “la bahía” es un ser intratable.
Con el verano ya bien entrado abandone definitivamente la pesca fondeado a la dorada, para dedicarme a otras modalidades y en el mes de septiembre unos problemillas de salud me apartaron de esta pesca, así que únicamente fui una vez mas en el mes de octubre, pero esa jornada a la que llamo "el día de la bestia", la contare mas adelante con pelos y señales................